·
tengo la espalda entumecida,
Por alcanzar el puño,
Para reposar la barbilla.
Y no es ella quien recrimina mi descuidez,
Más bien es mi estomago,
que retorciéndose vacío se estremece cuando pronuncio el gesto.
-...otra vez, ¡ hasta cuando ahora !
Hasta que las llagas invadan mi gaznate.

Quiero comer.
·

No comments:

Post a Comment