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En la pista ya juega,
el cadáver.
Rápido y preciso,
rodeado de neón.
Aplaudido,
por su fiel clero.

Arremeten contra el cemento,
a cabezazos,
los hijos de los hijos,
que en paz descansan,
tranquilidad aspiran
y gemidos expiran.

Encantadoras risas
retumban,
en la caja vacía.
Mientras que en la pista ya juega,
El cadáver.
Exquisito galán
se alimenta,
de su escuadrón de tierra,
de la inmensidad de sus templos,
de la luz de sus focos,
de la paz de sus muertos,
de la oscuridad del sol.
·
·

Las yagas
ya no hieren,
las manos.
Las manos de la vida.
Que cortan arena.
Que siembran arena
Que esculpen arena
Que viven en arena.
·
·
tengo la espalda entumecida,
Por alcanzar el puño,
Para reposar la barbilla.
Y no es ella quien recrimina mi descuidez,
Más bien es mi estomago,
que retorciéndose vacío se estremece cuando pronuncio el gesto.
-...otra vez, ¡ hasta cuando ahora !
Hasta que las llagas invadan mi gaznate.

Quiero comer.
·
·
Rebaños.
Rebaños poblan, se expanden, se alimentan.
Rebaños campan.
Praderas, praderas con rebaños, de rebaños.

Hierva gris y arbolitos de acero.
Rebaños bailan: Rebaños bailando, rebaños disco.
Rebaños anti…, anti comida basura.

Más REBAÑOS.

Rebaños fieles.
De vacas, de caballos, de ovejas, manadas de perros, de gatos, de leones…

¿Pastores?, no muchos.
Pastor.
Pastor en lugar de.
En lugar, en lugar de.
Líder, en lugar de pastor, en lugar.
En lugar de líder, pastor.

Rebaños de colores.
Color Rebaño.
        CMRYK
 …básico.

Tonos Rebaño
Muchos tonos.   
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entre tanto
ir y venir
fuiste a parar
en medio de la carretera
y por detrás venia otro
que paró,
y por detrás venia otro
que paró,
y por detrás vino otro
que no paró.
Ahora vas por detrás

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El ego de las moscas.
I Parte.

Como a las 16:00, sin ningún sentido, postraba su enorme trasero en una de esas sillas modernas, al parecer cómodas cuando sentías su suave suspensión, su anchura, te permitía deleitarte esparciendo tus apoyaderos y parte de los muslos sobre ella hasta que definitivamente alcanzabas esa posición perfecta, incontrolada, que genera una curva en tu cuerpo parecida a la de un feto… en cierta forma una posición orgánica y a la vez, como sumisa.
Seguido a la acomodación, alargaba sus gruesos brazos sobre la barra y con un gesto que parecía apuntar a aquel que, minutos antes le hirió de muerte, saludaba, sin fuerza, casi  suplicándose a si misma, ahorrando energías para que ese no fuera el ultimo movimiento que hiciera en su vida.
Me fije que del codo le colgaba a modo de papada, un residuo dérmico, que parecía como si una prolongación de la muerte se abriera paso hacia el exterior de ese cuerpo corrupto para coger aire y así arremeter con fuerzas renovadas contra la masa carnica que esa carcasa blancuzca cobijaba en su interior.
Ella  mostraba un rostro neutro, con la expresión manchada por extraños pensamientos. Una mirada enferma y analítica acompañaban cada uno de sus gestos. Alzaba la barbilla con aires imperiales, y a través de unas gafas redondeadas, que hacían que sus ojos, sarnosos de negruzca muerte, se tornaran inmensos, de mirada pasiva y fría, que estudiaban cada uno de mis movimientos. Esos ojos desbordantes flagelante vicio, que te partían en dos y te estudiaban atentos, mientras, esa estatua cazadora, rebuscaba algún pedazo de tu cuerpo que pudiera saciar su hambre y aliviar su instinto.
Después del transcurso de unos minutos, con una voz áspera y desafinada, y después de observar atentamente todo el bullicio que a su alrededor se zarandeaba (importante aclaración) , pedía su té de cortesía, un té negro con dos rodajas de limón y dos sobrecillos de azúcar.
Olfateaba, y con en entrecejo fruncido esperaba a que la infusión estuviera en su punto. En ese momento, te introducía en su mundo con un superficial

-¿Qué tal?. 



[ Mentalidad doblegada y.
Dolor de muelas, gemido bovino y.
Aullido rapaz, silbido canino y. ]